Buques Cementeros

Cementero Islas Dos En el puerto de La Luz. La Isleta al fondo

Oyambre

Después del fracasado embarque en el petrolero Gibraltar. Acepté embarcar de primer oficial de máquinas en el cementero Oyambre de Naviera Cantabria .

Nos dieron orden de embarcar en Volos, Grecia, para lo que hube de obtener pasaporte.

Volamos de Madrid a Atenas junto con otros tripulantes, donde nos esperaba el consignatario que nos llevó a Volos situado a 330 Km al norte de Atenas en dirección a Salónica.

En Volos estaba el cementero Oyambre de reciente construcción en los astilleros de Santander y con ctripulación en su mayoría cántabra.

Era la primera vez que veía un cementero puro el cual cargaba cemento a granel que llegaba a bordo por cintas transportadoras que lo dejaban caer a bordo por una manga a unos conductos en forma de canaletas por las que se deslizaba el cemento a las bodegas.

Las canaletas tenían dos partes separadas por una lona. Por la parte superior circula el cemento y es la de mayor sección. Por  parte inferior  que ocupa la décima parte de la canaleta circula aire a presión que fluidifica el cemento al traspasar la lona.

En la bodega se hace vacío mediante soplantes que aspiran el aire de la bodega que se quiere cargar. En estas condiciones de depresión en la bodega y el cemento fluidificado en las canaletas en cemento se desliza a la bodega deseada.

La bodega en la parte inferior está echa de tal manera que el cemento se deslice fácilmente hacia la canaleta de salida donde se le insufla aire para fluificarlo.

Los cementeros puros son autodescargantes, por sus propios medios son capaces de impulsar el cemento de sus bodegas hasta los silos de almacenamiento en tierra

Para la descarga disponen de unos ejes helicoidales horizontales dispuestos en un túnel que corre de proa a popa por la parte inferior por el centro del barco entre las bodegas de babor y estribor. Estos ejes helicoidales (vis sinfín) van alojados en un conducto de sección cuadrada y comunicado con cada bodega mediante una canaleta con una compuerta.

tunel que discurre de proa a popa entre las bodegas

El Oyambre disponía de dos ejes uno a proa entre las bodegas uno y dos y otro a popa entre las bodegas tres y cuatro.

sinfín horizontal destapado

La misión de estos ejes es arrastrar el cemento hasta el centro del barco entre las bodegas dos y tres, lugar donde están los vis sinfín verticales, que suben el cemento hasta por encima del nivel de cubierta y lo dejan caer a una tolva.Aquí entra en acción la bomba neumática Fuller- kynion formada por un motor eléctrico que acciona un tornillo helicoidal.

El cemento de la tolva cae sobre el tornillo sin fin que lo arrastra a una cámara con unos orificios en la parte inferior por donde sale el aire a presión producido por el compresor. Esta mezcla de cemento con aire a presión sale por un tubo a cubierta donde están acopladas unas mangueras que conducen el cemento al silo de almacenamiento en tierra el cual para facilitar la labor debe de mantener en depresión.

Caja de presión de la bomba Fuller.

El cemento cae por 121 y sale por el tubo 45 impulsado por el aire a presión que entra por los tubos 90 y 91. La charnela 95 se abre con el empuje que hace el cemento arrastrado por el eje helicoidal y se cierra por su propio peso cuando el cemento no empuja.

La singladura normal era cargar en Volos para Port Said y Alejandría, puertos en los que no salíamos por razones de seguridad.

En Alejandría subía a bordo un mantero morito «Antonio mais barato» que nos vendía desde sellos a pubs hechos en cuero y decorados con jeroglíficos egipcios.

Era Volos una ciudad pequeña y agradable a la que podíamos ir andando desde la cementera a comprar lo necesario, comer o tomar algo.

Recuerdo un lugar donde unas bailarinas danzaban en directo al son de músicas orientales a donde pedíamos «rhum cola».

Otro puerto de carga era Split en la antigua Yugoslavia, aún bajo el régimen de Tito fallecido en 1980.

Me encantaba navegar por la costa del Adriático con su costa baja llena de pequeña islas y sus playas a la vista (en aquellos tiempos se navegaba pegado a las piedras)

La primera vez que atracamos en Split, el único mozo que había en la tripulación, llamado Alfonso santanderino solterón, una vez amarrados se fue corriendo a buscar al camarero  llamado Chiqui, al que le gustaba provocar a la gente al grito de “Viva Tejero”.

Lo agarró por una manga lo llevó a la banda de babor le señaló a un grupo de trabajadores que  estaban en  muelle y le gritó. “Viva el comunismo Chiqui”. “viva el comunismo”.

¡Mira ahí!, uno trabajando y cinco mirando.

 Aquí, Alfonso a ayudar al cocinero.

Alfonso a  ayudar al camarero en la lavandería.

Alfonso a ayudar a la máquina.

Alfonso a cubierta.

Allí en el muelle junto a un montón de grava, un obrero agarrado a un carretillo otro con una pala y otros cuatro observando y hablando.

Era Split una ciudad monumental llena de restos romanos de la época de Diocleciano. El nivel de vida era bajo los precios baratos la gente amable . El café era escaso y apreciado. Con la venta de medio kilo se podía sacar dinero para los gastos de la salida de un día.

En junio terminaron las singladuras poe el mar Egeo y Adriatico y nos mandaron a Malaga donde desembarqué por vacaciones con nóminas atrasadas sin cobrar. La empresa dió suspension de pagos y teminamos cobrando del FOGASA.

El treinta de junio del 82 desembarque por vacaciones y dejé de navegar: me establecí en tierra al frente de un supermercado de alimentación hasta el año 1999 en que volví a navegar en los cementeros Islas Dos, Islas Uno. Cementos del Cantábrico, Cemenmar Cuatro e Indalo, todos ellos gestionados por Alvargonzales y construidos en Astilleros del Cantábrico.

Para volver a navegar hube de obtener cuatro certificados, de contraincendios nivel uno y dos, contraincendios nivel uno y dos.

En el retorno mi primer embarque fue’ en el Islas Dos de Ceisa empresa cementera con fabrica y cargadero para barcos en «El Pajar» situado al sur de Gran Canaria, municipio se San Bartolomé de Tirajana, muy próximo a Arguineguin (municipio de Mogán)

Los puertos de destino eran Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Puerto Rosario y Arrecife, por lo generar echaba el cementero un día cargando otro día descargando y menos de 10 horas en cada travesía, con lo cual que todos los días estábamos en puerto. Siempre cargaba completo, 5.200 toneladas. Los silos estaban cerca de la ciudad a la que se podía ir caminando o en bus.

La tripulación estaba formada por asturianos gallegos y algún canarios.

Puerto Rosario y Arrecife eran los destinos más habituales. Así pude recorrer y conocer Fuerteventura y Lanzarote Islas soleadas con encanto, siempre con gran atracción turística.

Otros cementeros gestionados por Alvargonzalez eran los de Cemex España que tenía Cemenmar uno, dos y cuatro. En Cemex Alvargonzalez llevaba la gestión del personal y el SGS ante la administración, El mantenimiento y la inspección la llevaba Don Vicente Barreiros y no se podía comparar con la inspección de Alvargonzalez. Las reparaciones anuales se hacían en Burriana donde Barreiros metía a bordo personal para el mantenimiento a los que había que facilitar herramienta, comida y alojamiento y donde el personal de a bordo tenía que ayudar y controlar la herramienta y la seguridad. Un ejemplo claro eran los grupos de generación eléctrica que en Alvargonzalez los hacía el servicio oficial de Caterpillar y en Cemex lo hacía una Villa traída de Andalucía sin herramienta y algunos sin cualificación.

Con la inspección de mantenimiento de Alvargonzalez se respetaban los plazos y recomendaciones de los manuales. En Cemex estos plazos se alargaban siempre. La sala de Máquinas de los cementeros de Cemex eran más deprimentes que el resto de Cementeros. Se notaba en la pintura, iluminación, presencia externa de la maquinaria. A los motores auxiliares Caterpillar del Cemenmar Cuatro había que reponerles el doble de aceite más que al resto de los cementeros gemelos.

A mi siempre me mandaron al Cemenmar Cuatro de Primer Oficial o de Jefe. Este barco cargaba en Alcanar para Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Cartagena, Motril, Melilla, Ceuta, Mallorca, Mahón e Ibiza.

Siempre que podía me acompañaba Begoña con la que aprovechábamos las estancias en Puerto para visitar todo lo interesante de los lugares donde hacíamos escala.

En Barcelóna estuvimos en Forum 2004 viendo todos los eventos allí desplegados. Estando en Ibiza fuimos a Formentera a pasar un día entero. Desde Motril hicimos una excursión de dos días a Granada. En Valencia visitamos el Acuario, El museo de la Ciencias y toda la ciudad. En Cartagena visitamos Mazarrón, La Unión, Portman, La Manga, Los Nietos, Los Alcázares, Alumbres y todos los alrededores de Escombreras y ciertamente en mi opinión es la zona más degradada que he visto de todo lo que conozco de España a nivel ambiental, paisaje, urbanismo y contaminación. Cartagena ciudad milenaria con infinidad de restos arqueológicos de todas los pueblos allí asentados parece una ruina salvo alguna recepción.

Botadura en Astilleros del Cantabrico

Escombreras y el pequeño valle donde está asentada ha sido abandonada como lugar de residencia y su nombre revela desgraciadamente lo que es. Un vertedero de todo lo peor de la industria contaminante.

Recuerdo a un engrasador de nombre Angel apodado «El Madalenas». Según él , porque siempre desayunaba magdalenas, siempre vestido con su funda limpia de mahón azul con que salía a la calle. Lo más llamativo era verlo subido a un patinete movido por un motorcito de gasolina siendo él alto y corpulento con más de cien kilos de peso. Fué un adelantado en el uso del patinete motorizado, era el año 2002. Aún más chocante era cuando se juntaba con «Coria» otro engrasador muy menudo con su bicicleta de niño.

Hasta el verano del 2006 embarque tanto ellos Islas como en el Cemenmar Cuatro.

De los Islas guardo mejor recuerdo por muchos motivos, barcos mejor conservados, singladuras más cortas, metereología más benigna, tripulantes más alegres, risueños y con gran camaradería, atraques propicios para poder salir a tierra.

La cocina es de lo más importante de un barco y allí coincidí con Segundo «El Pata» un buen cocinero gallego que cocinaba lo que nos gustaba (pulpo, lacón con grelos y demás platos de Galicia) y buen compañero de todos.

Allí conocí a una excelente persona y mejor Capitán de un barco «Rosendo». Un Capitán que sabía cuándo había que salir o quedar en puerto la velocidad y rumbo del barco para capear una tormenta, el único capitán que a la hora de comer ponía el rumbo indicado para tener el menor balance. Sus maniobras de entrada y salidas eran las de menor duración y menos cambios de marcha, siempre atento a un fallo de Máquina, más de una vez echó el ancla a tiempo, no recuerdo con el a bordo haber rozado el muelle en alguna maniobra.

Rosendo co Sábas en el Cotillo año 2002




«El Turco» mascota durante un tiempo del Islas Dos




Desde el año 1999 hasta el 2003 la demanda de cemento en las Canarias estuvo al máximo desde el Pajar donde estaba la cementera de Ceisa salían vía marítima 10.400 toneladas a la semana, 5.200 para Arrecife y Puerto Rosario, aparte estaba el Islas Uno que cargaba en Álcanar con destino a la Palma y Tenerife.

Fotos comentadas tomadas de cementeros y desde ellos.

Con el Cemenmar Cuatro atracamos mucha veces en Ibiza. Esta era mi terraza favorita el Mar y Sol
En Mahón. Akelarre Sobre todo en julio y agosto con música en directo era de visita obligada.
Cala Mesquida ibamos siempre que podiamos
Palma de Mallorca
Cargadero de cemento en Alcanar
Cargadero de cemento en Carboneras
cargadero de cemento del Musel
cargadero de cemento de Ceisa en Arguineguin
buque de alta velocidad saliendo del puerto de Santa Cruz de Tenerife
Sala de máquinas de Cemenmar cuatro Cuadro eléctrico al fondo. en gris culatas del motor principal
Sala Máquinas del Islas dos
Motor principal de los cementeros Islas Uno y Dos, Cemenmar Tres y Cuatro, Cementos del Cantábrico e Indalo construidos en Astilleros del Cantabrico.
sección transversal
Panel de control revoliciones, presiones y temperaturas del motor principal
Islas dos . Cuadro de mando y control del motor principal
depuradoras de aceite y gas-oil. a la izquierda abajo Bomba de combustible en rojo
cada cementero disponia de cinco de estos motores con sus alternadores correspondianrtes de los cuales se usaban cuatro en la descarga.
Cemenmar Cuatro en reparación en Burriana
Sacando bomba inyección de un motor Deutz VM350
Eje de cola y hélicedel cementero Islas dos
MetalShip&Docks, ría de Vigo
MetalShip&Docks, ria de Vigo
MetalShip&Docks, ria de Vigo . Dique seco
reparando bomba hidraulica del servo
Islas dos cargando en el puerto de El Pajar en Arguineguín. Gran Canaria
Pasillo de estribor de habilitación en reparación, cubierta principal
Islas dos en reparacion. el de bigote es Peret el Caldereta

MetalShip&Docks, ria de Vigo . Cementero Encofrador

MetalShip&Docks, ria de Vigo
cementero Islas Dos. Puente de mando en reparación
Teis, ria de Vigo
MetalShip&Docks, ria de Vigo . El castón con la puera abierta
Teis, ria de Vigo
MetalShip&Docks, ria de Vigo
MetalShip&Docks, ria de Vigo
Cuarto de Derrota, reparando piso.
Motor Deutz VM350 de 4.000 cv a 430 rpm
Motor Caterpillar en Cemenmar Cuatro

MetalShip&docks, ría de Vigo
MetalShip&docks, ría de Vigo Islas dos
MetalShip&docks, ría de Vigo . Islas dos

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