Camponegro



Después de tener que desembarcar debido a baja por enfermedad (tuberculosis) y al ser por un largo periodo, me matriculé para hacer el curso de Máquinas en la escuela de Náutica de Bilbao, sita en Portugalete. 

En diciembre nos fuimos Begoña y yo a Santurce a una pensión  en la calle Capitán Mendizábal, donde nos alojamos hasta alquilar un piso en la calle del “Dólar” , al lado del parque de “El Ancla”. Que compartimos con Pemex, Sestayo Varela y Pedro Guerra Osorio. 

Allí estuvimos hasta mayo en que conseguí que me dejasen examinar pues el jefe de estudios el Señor Verano (profesor de motores) al no tener todos los días de prácticas no quería. Al final lo conseguí con la condición de que no me entregaban el certificado del curso hasta que aportase todos los días de navegación. 

Como en el Talavera había navegado 83 días debía aportar otros 17 más para completar el mínimo de 100. 

El doce de junio embarque en el Campo Negro buque de CAMPSA de distribuía productos de la refinería de Somorrostro a Pasajes, Santander, Gijón, Coruña y a veces a Cádiz (ir a Cádiz era un castigo según la avezada tripulación) 

En la máquina iba de jefe Santi, de primero Juan Maneiro da Serra de Outes,  segundo Emilio Eguía ( más tarde director de la escuela de Náutica de Santander). Del tercero no recuerdo, si me acuerdo del sonido que hacía al recontar casi todos los días la calderilla que usaba para las llamadas telefónicas. 

Luego iba Caldereta, tres engrasadores y limpiador. 

Una vez allí recopilé información sobre la instalación de vapor y solicité a la Dirección General de la Marina Mercante,  poder realizar prácticas de vapor con lo cual terminé todos mis días de alumno en el Campo Negro. 

En el puente hasta los terceros oficiales tenían título de Capitán y el de máquinas de Jefe. 

Como tripulante me preguntaron si quería aportar a la Mutua y al decirles que no, algunos me miraban extrañados y me preguntaron si no tenía pensado embarcar de oficial y les contesté, no. No quería jubilarme de tercer oficial. 

Un día recién atracados en Coruña sale Juan  Maneiro de su camarote co una bolsa de viaje y en alpargatas. 

El jefe que lo ve, le pregunta. 

¿A dónde vas de alpargatas? 

Voy a casa, contesta. 

¿Vas corriendo o en coche? Pregunta el jefe. 

Voy en coche y con la alpargatas llegó primero porque tengo  mejor tacto con los pedales del coche. 

Recuerdo que en julio hubo en Rentería actos vandálicos realizados por la policía Armada (grises) que rompieron lunas en comercios y los saquearon, de todas las cabinas telefónicas que probé en Rentería sólo una funcionaba y no cobraba. 

Una vez terminadas las prácticas desembarco en Bilbao, legalizó los días, los presento en la Escuela donde me entregan el certificado de Segundo Oficial de Máquinas. 

Vuelvo a Gijón donde en Compañía de Begoña y con el Seat 850 y toda la documentación vamos a Madrid, la entregamos el la Dirección General de la Marina Mercante, donde nos dicen que en tres días estará el título. 

Nos vamos a ver Guadalajara, volvemos a recoger el título y con él en el bolsillo a buscar embarque que consigo en Marpetrol.